domingo, 24 de agosto de 2008

Capìtulo 3

Esta mañana, cuando despertè, estaba muerta. No sè lo que ocurriò. Al menos, no conozco los detalles. Solo recuerdo... niebla... a mi alrededor. Pero no era niebla comùn y corriente. La nieba normal està usualmente dentro de los alrededores, pero esta niebla... màs bien era como si no hubiera formado alrededores aùn. Una extraña clase de niebla.
Y caras. Caras a mi alrededor, suspendidas en la niebla cual si estuviesen flotando. Pero no eran gente viva. No tenìan cuerpos.
Y solamente, morì.

¿O acaso me dormì? Asì se sentìa, de hecho. No era muy diferente la sensaciòn. Y aùn asì, no me puedo despertar. Entonces debo estar muerta. Si tan solo estuviera dormida y nada màs.

Ya no podìa pensar bien. Una extraña visiòn descendiò sobre su mente, oscureciendo todo lo demàs. Se percatò de que habìa una cara que poseìa un cuerpo propio. Era una cara que conocìa bien...
La puerta de la habitaciòn se cerrò tras una mujer de belleza rotunda, muy parecida a la chica tendida en la cama. La mujer tenìa una botella vacìa en la mano.

2 comentarios:

Aldo César dijo...

mmm, me hubiera gustado mas que la historia fuera de politica o de la historia de mexico ya sea precolombino, colonial o de macroeconomia aun asi pareciera ser un texto original.

Aurora Villanueva dijo...

Jajaja. Bueno, la verdad es que no son malas ideas... veremos qué forma toman para un futuro. De hecho, esta historia no está todavía formada dentro de un contexto histórico, aunque más bien creo que tendrá un matiz de la espantosa realidad actual en las calles. Pero... una historia desarrollada dentro de alguno de los Poderes Federalez no suena nada mal. ¡¡¡Gracias por pasar, papá!!!